Berilio
Berilio
El principal uso del berilio metálico es la fabricación de aleaciones de berilio-cobre y el desarrollo de materiales moderadores y reflectores para reactores nucleares. La adición de un 2% de berilio al cobre forma una aleación no magnética seis veces más fuerte que el cobre. Estas aleaciones de berilio-cobre tienen numerosas aplicaciones en la industria de las herramientas sin chispa, en las piezas móviles críticas de los aviones, así como en componentes clave de instrumentos de precisión, ordenadores mecánicos, desarrolladores eléctricos y obturadores de cámaras. Los martillos, llaves y otras herramientas de cobre-berilio se utilizan en refinerías de petróleo y otras plantas en las que una chispa de las piezas de acero puede provocar una explosión o un incendio.
El berilio tiene muchos usos en la energía nuclear porque es uno de los materiales más eficaces para frenar los neutrones y reflejarlos. Por ello, se utiliza en la construcción de reactores nucleares como moderador y soporte, o en aleaciones con elementos combustibles.
Efectos del berilio sobre la salud
El berilio no es un elemento crucial para el ser humano: de hecho, es uno de los elementos más tóxicos que se conocen. Es un metal que puede ser muy perjudicial cuando es respirado por los humanos, ya que puede dañar los pulmones y causar neumonía. El efecto más conocido del berilio es la beriliosis, una peligrosa y persistente enfermedad pulmonar que puede incluso dañar otros órganos, como el corazón. Alrededor del 20% de todos los casos de beriliosis resultan mortales. La beriliosis se produce al respirar berilio en el lugar de trabajo. Las personas con un sistema inmunitario debilitado son más susceptibles a esta enfermedad.
El berilio también puede provocar reacciones alérgicas en personas hipersensibles a las sustancias químicas. Estas reacciones pueden ser muy agudas y pueden hacer que la persona se ponga muy enferma, una condición conocida como enfermedad crónica del berilio. Los síntomas son debilidad, cansancio y problemas respiratorios. Algunas personas que sufren esta enfermedad pueden desarrollar anorexia y sus manos y pies se vuelven azules. En algunas personas puede causar la muerte.
El berilio también puede aumentar las posibilidades de desarrollar cáncer y daños en el ADN.
Efectos ambientales del berilio
El berilio entra en el aire, el agua y el suelo como resultado de procesos naturales y actividades humanas. Se encuentra de forma natural en el medio ambiente en pequeñas cantidades. Los seres humanos añaden berilio a través de la producción de metales y la combustión de carbón y petróleo.
El berilio existe en el aire en pequeñas partículas de polvo. Entra en el agua durante los procesos de desintegración del suelo y las rocas. Las emisiones industriales añaden berilio al aire y a las aguas residuales y éstas se transfieren posteriormente al agua. Suele precipitarse en los sedimentos. El berilio como elemento químico está presente de forma natural en los suelos en pequeñas cantidades, pero las actividades humanas han aumentado estos niveles de berilio. Es probable que el berilio no se mueva en profundidad en el suelo y no entre en contacto con las aguas subterráneas.
Algunos elementos químicos reaccionan con el berilio en el agua para hacerlo insoluble. Esto es bueno, porque la forma insoluble del berilio en el agua causa mucho menos daño a los organismos que la forma soluble. El berilio no se acumula en el cuerpo de los peces, pero algunas frutas y verduras como las judías y las peras pueden contener niveles significativos de berilio. Estos niveles pueden entrar en los animales cuando se consumen estos alimentos, pero afortunadamente la mayoría de los animales excretan el berilio rápidamente a través de los órganos excretores, como los sistemas urinario y fecal.
Las pruebas de laboratorio han indicado que es posible que el berilio provoque cáncer y cambios en el ADN de los animales, aunque por el momento no hay pruebas de estudios de campo que apoyen estas conclusiones.
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